sábado, 13 de junio de 2015

Todas las hadas del reino de Laura Gallego.


¡Hola lectores! Ya es Sábado y, aunque es un poco tarde, vine con la reseña que les prometí el día de ayer. Para el día de hoy decidí reseñar un libro de Laura Gallego, una historia de fantasía, romance, odio y cuentos de hadas. Espero que disfruten la reseña, así que empecemos.

Reseña #50

Titulo: Todas las hadas del reino.
Autor: Laura Gallego.
No. de páginas: 477
Editorial: Montena.
Saga: no.
Sinopsis: Camelia es un hada madrina que lleva trescientos años ayudando con gran eficacia a jóvenes doncellas y aspirantes a héroe para que alcancen sus propios finales felices. Su magia y su ingenio nunca le han fallado, pero todo empieza a complicarse cuando le encomiendan a Simón, un mozo de cuadra que necesita su ayuda desesperadamente. Camelia ha solucionado casos más difíciles; pero, por algún motivo, con Simón las cosas comienzan a torcerse de forma inexplicable…

Mi opinión.

Todas las hadas del reino es un libro que no tenía planeado comprar y, cuando lo observe en una tienda, la verdad es que no me pude resistir. La verdad es que desde hace muchísimo quería leer algo de Laura Gallego, es una autora muy muy conocida y la verdad es que le tenía muchas ganas. Al final, aunque el libro realmente no cumplió con mis expectativas, creo que es un libro que todos deberían leer. Una historia donde los cuentos de hadas y las hadas se entremezclan creando una historia llena de magia, fantasía y personajes que nunca encontraríamos en la vida real.


Camelia ha vivido 300 años trabajando como hada madrina, y mientras más ahijados tiene, mas estresante se vuelve la tarea. Además de que, cada año que pasa, el trabajo de Camelia se vuelve más insignificante y ningún ser humano cree que tiene que darle las gracias por la ayuda, después de todo creen que las hadas madrinas solo están ahí para cumplir sus deseos y caprichos. Camelia, un hada madura y sencilla, ha trabajado con muchísimas personas, ayudándolas a alcanzar ese final feliz que todos deseamos. Al ser una máster con las relaciones de plebeyos y princesas, Orquídea (otra hada madrina) le deja a un de sus ahijados: Simon, quien se encuentra terriblemente enamorado de la princesa Asteria, la cual ni siquiera sabe de su existencia. Su tarea es hacer que la princesa se fije en él: un simple mozo de cuarta.

Camelia hará todo lo posible por ayudar a Simon y, sin embargo, ella caerá enamorada del muchacho. Lo que más temían las hadas madrinas era que su contacto con los humanos las dañase de alguna manera, y con los años, se dieron cuenta de que el enamorarse las arruinaba completamente. Generaba que él odio creciera en su interior, la soledad y la tristeza, siempre de la mano, las embriagaban hasta convertirlas en brujas. Eso le paso a dos de las siete que habían. La situación de Simon obligo a Camelia a descuidar a sus demás ahijados, descuidar su propósito y, sobre todo, darse cuenta de que estaba enamorada y que no era correspondida. 

Ya no quiero contar más porque siento que arruinaría muchísimo las ganas de leer el libro. La historia se encuentra narrada en tercera persona, los capítulos son verdaderamente cortos y la historia en sí parece una recopilación de todos los cuentos de hadas que conocemos pero con un punto de vista muy distinto y completamente único. El tema de el libro es interesante en si, pero hay algo que aún no logro comprender por lo cual la historia me pareció algo lenta, es decir, las hojas no se fueron volando, pasaron con lentitud. 

Me gusto muchísimo como la autora fue acomodando las historias una por una, como le otorgo una vida a cada personaje y le dio una personalidad diferente, aunque he de añadir que la mayoría de los personajes me parecieron egoistas y ciegos. Camelia fue una protagonista de la cual no me encariñe ni nada por el estilo, pero me gustaba la manera en que pensaba sobre las cosas. Madura e inteligente, y siempre, siempre con la intención de ayudar a todos sus ahijados. Sin embargo me parecía algo horrible que no le importara muchísimo que los humanos no agradecieran el gran trabajo que hacía por ellos. Camelia de momentos me dio muchísima lástima, pero fue una protagonista perfecta sin duda.

Simon, el chico del que Camelia se enamoro, me parece un personaje tonto y ciego, completamente egoísta, mentiroso, débil e idiota. Lo siento pero no puedo creer que las personas no se tomen el tiempo de preguntarle a alguien que te esta ayudando su maldito nombre. Además parecía que siempre estaba en plan de suicidarse, ¿por qué no entiende que no es especial y no puede luchar contra nada? Es terco. Y si, es amable y puede que sea un encanto, y que sea valiente a pesar de ponerse en plan suicida pero, simplemente, es un personaje que no me gusta porque no era alguien que mereciera todo lo que obtuvo. 

Estan las otras hadas (las que sobraron): Orquídea, Dalia, Lila y Gardenia, personajes que solo conocimos superficialmente. Azalea y Magnolia, brujas que terminaron siendo destruidas por el odio. Ren, un ancestral zorro que resulta ser un gran y leal amigo para Camelia. Asteria, la princesa que no quería casarse sin amor... y muchísimos otros más, que realmente no quisiera mencionar por no ser relevantes o porque arruinaría el libro si los menciono.

¡A que la historia pinta muy bien!, pues sí, la verdad es que ha sido un libro muy encantador y muy sorprendente. Creo que esperaba algo más de la autora y por ello la historia no me pareció una joya como lo hacen ver muchos lectores, booktubers y bloggers, y creo que mi calificación será 3/5 porque, simplemente, le falto algo.



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